Invertir tiempo y esfuerzo previo a una aplicación permite un mejor control de las malezas y previene pérdidas de tiempo y desperdicio de productos.

Maximizando la efectividad de los herbicidas

Invertir tiempo y esfuerzo previo a una aplicación permite un mejor control de las malezas y previene pérdidas de tiempo y desperdicio de productos.

Bien en la actualidad los pesticidas modernos y los equipos de aplicación contribuyen a facilitar el trabajo de los viveros de césped, aún hay mucho por considerar en el intento por alcanzar un control anual de las malezas que atacan al césped. Todo lo que se haga antes y después de la aplicación de un herbicida contribuirá a eliminar errores que consumen tiempo -y recursos- asegurando un tratamiento exitoso.

Identifique sus objetivos

El mejor punto de partida para cualquier programa de control de malezas consiste en identificarlas en forma correcta (de hoja ancha y gramíneas) en el área que se está planeando tratar –esto incluye las que ya son visibles y las que Usted pueda anticipar que aparecerán a lo largo del año.
Las malezas de hoja ancha son fáciles de identificar en el césped y se vuelven particularmente visibles cuando florecen. El diente de león, con su amarillo intenso, el trébol blanco y la ortiga son buenos ejemplos de esto. Las gramíneas como la digitaria, la eleusine y la cola de zorro son más difíciles de identificar a tiempo y su control se torna cada vez más arduo una vez que se han establecido, debido a la gran cantidad de semillas que producen.
La importancia de distinguir correctamente entre malezas de hoja ancha y gramíneas tiene relación directa con el tipo de herbicida que se deberá aplicar. A modo de ejemplo, los herbicidas fenoxiacéticos controlan las malezas de hoja ancha, pero tienen poco o casi ningún efecto sobre las gramíneas, mientras que un herbicida pre-emergente, como el pendimethalin, puede utilizarse para controlar las malezas de hoja ancha y muchas malezas gramíneas al mismo tiempo con la aplicación de un único producto.
Una vez que Usted ha definido la lista de malezas a combatir y ha determinado si son de hoja ancha o gramíneas, comprender el ciclo de vida de cada maleza lo ayudará a determinar qué tipo de herbicidas funcionarán mejor y si una estrategia pre o post emergente es el método correcto para proporcionar el mejor control.
Si bien el marbete del producto debería ser su guía para determinar qué herbicida(s) funcionará(n) mejor en el control de las malezas que se ha propuesto combatir, entre otras consideraciones básicas deberían incluirse las siguientes:

Control pre-emergente de malezas

* Las malezas anuales gramíneas y de hoja ancha son mejor controladas con aplicaciones pre-emergentes a comienzos de la primavera, previo a la germinación de sus semillas.
* Cuando el césped se encuentra bien establecido, pueden utilizarse ciertos herbicidas pre-emergentes para brindar un control de malezas estacional de gran alcance. Ésta es la forma más efectiva y menos costosa de manejar malezas.
* Si el césped se encuentra debilitado o requiere grandes áreas de reemplazo, utilice herbicidas que estén indicados para su uso durante o inmediatamente después de la colocación de panes o la estolonización.

Control post-emergente de malezas

* Esta estrategia es generalmente más costosa que los programas pre-emergentes.
* Muchos herbicidas de aplicación post-emergente sólo pueden utilizarse en determinados céspedes de temporada fría o cálida. No asuma que su césped está a salvo hasta tanto no haya revisado el marbete.
* Las aplicaciones deberían realizarse cuando las malezas son pequeñas. Generalmente, una dosis baja tendrá mejores resultados en malezas que recién han comenzado a germinar.
* Una aplicación en dosis baja equivale a una mayor seguridad para el césped.
* Muchos herbicidas post-emergentes pueden ser utilizados para aplicaciones localizadas, un enfoque económico para el tratamiento de las malezas en crecimiento activo.
* Algunas mezclas pueden utilizarse para un control de mayor alcance, pero algunas de ellas pueden causar un efecto contrario o daños al césped. Consulte siempre el marbete de ambos productos antes de realizar una mezcla en un tanque.

Revise el marbete

Si se ha tomado un tiempo para identificar las malezas que necesita tratar y está intentando decidir qué herbicida utilizar, tómese un tiempo para leer y comprender el marbete que acompaña al herbicida. Éste contiene abundante información que muchas veces es pasada por alto por quienes aplican el producto y puede ayudar a lograr un mejor control de las malezas y evitar posibles efectos negativos sobre otras plantas a las cuales no se dirigió dicho producto. La información de los marbetes respecto de medidas de prevención, usos, malezas que controla el producto e instrucciones de aplicación deberían siempre ser releídas antes de cualquier aplicación.

Verificación de los equipos

Asegurarse de que el equipo de aplicación (pulverizadoras y fertilizadoras) se encuentra en buenas condiciones de funcionamiento y está correctamente calibrado es de vital importancia para garantizar una aplicación uniforme.
Un equipo de pulverización que funciona correctamente debe ser capaz de mantener una presión y caudal constantes para permitir una distribución uniforme de los químicos a lo largo de toda una aplicación y calibrar el equipo para obtener los resultados que propone el marbete. Antes de realizar una prueba de calibración, revise con cuidado el tanque y las mangueras de pulverización para ver si presentan pérdidas; el regulador de presión y el caudalímetro para una operación adecuada y las boquillas de pulverización para encontrar atascamientos o desgastes excesivos. Las pastillas de pulverización gastadas producirán una cobertura irregular (ya sea por encima o debajo de la aplicación correcta).
El mal funcionamiento de las pulverizadoras manuales y de mochila puede originarse en partes de metal oxidadas, boquillas obstruidas o cierres dañados. Esto generalmente ocurre debido a que quedan soluciones químicas dentro de las pulverizadoras, lo cual puede prevenirse limpiando el equipo luego de su uso, que es también la clave para evitar una contaminación cruzada entre químicos, que puede causar daños a las plantas.
Las fertilizadoras, si bien por lo general son máquinas sencillas, pueden fácilmente producir una inadecuada aplicación del producto si no están funcionando bien.
Los operadores de estas máquinas deberían revisarlas para asegurarse de que la tolva se abre y se cierra en forma correcta y que el removedor rota libremente. Asimismo, las pruebas de calibración pueden completarse verificando que las configuraciones de la fertilizadora se adecuan a las dosis de aplicación.

Principios básicos referidos al agua

Los fabricantes de pesticidas recomiendan que el agua que se utiliza para formar la solución a pulverizar contenga un PH de entre 5.6 y 6.5. Si bien éste es, en general, el margen del agua de la mayoría de las ciudades y pozos, revisar la calidad del agua es una buena medida de precaución para aquellas regiones que cuentan con suelos ácidos o si se reutiliza el agua o se emplean aguas grises. Los equipos simples de prueba de agua se encuentran disponibles a través de distribuidores de acondicionadores de agua, a la vez que las plantas de tratamiento de agua municipales examinan el agua en forma regular y serían capaces de brindar mediciones de PH.
Al trabajar en medios de PH extremos para soluciones de pulverización, debería considerarse añadir un agente regulador a la solución de pulverización a fin de mantener la eficacia del producto.

Mezcle en forma correcta

Una técnica común para ahorrar tiempo de aplicación es la mezcla de productos en un tanque. Ésta, por lo general, es una práctica confiable (si quien realiza la aplicación sabe de antemano que los productos son compatibles y pueden mezclarse juntos sin anular su eficacia). Una vez más, el marbete del producto es la mejor fuente para determinar compatibilidades de productos y brinda información sobre qué productos podrían o no deberían mezclarse.
En cuanto a la mezcla en tanques, el error más común es el orden en el que se combinan los productos dentro del tanque. La breve referencia a continuación es una secuencia comprobada que garantizará que Usted no termine con una solidificación desordenada en el fondo de su tanque de pulverización.

* Cargue el tanque de agua a la mitad. Comience a agitar
* Añada los paquetes solubles
* Vierta los distintos tipos de producto en el siguiente orden:

o Formulaciones WP (polvo mojable), DG (gránulos dispersables), LF (líquido floable) o DF (polvo floable)
o Formulaciones S (solubles) o L (líquidas)
o Formulaciones EC (concentrado emulsionable)
o NIS (surfactante no iónico), COC (aceite concentrado) o MSO (aceite metilado)
o Fertilizantes líquidos

* Llene el resto del tanque con agua

Opere con seguridad

La salud y seguridad del operador deberían ser siempre la principal preocupación. Los operadores no deberían escatimar nunca a la hora de utilizar los equipos de protección que se indican en el marbete del herbicida.
Aún si no se indica en el marbete, deberían utilizar el siguiente equipo de protección al mezclar o aplicar fungicidas: guantes y botas resistentes a los químicos, prendas protectoras externas, como trajes Tyvek u overoles, y anteojos o gafas de seguridad. Deberían también considerar siempre utilizar una máscara -aún cuando no lo requiera el marbete.
Una máscara antipolvo de buena calidad debería considerarse al preparar o aplicar productos secos.

Limpie los equipos luego de utilizarlos

Luego de una aplicación, primero limpie y guarde el equipo de aplicación y después enjuague totalmente los instrumentos de protección personal con agua fría de una manguera o un recipiente que se sostenga con la mano, que no se haya utilizado durante la aplicación. Quienes aplican productos deberían bañarse y cambiarse de ropa tan pronto como sea posible. La ropa que se utilizó durante la aplicación debería lavarse y secarse separada de otras prendas (aún si no parece estar contaminada a simple vista).

Almacenamiento y eliminación

Los marbetes de los productos brindan detalles exactos sobre el almacenado y la eliminación de los químicos que no han sido utilizados y sus recipientes, específicos para cada herbicida. Los pesticidas y sus envases que se deban eliminar deberían manejarse como tóxicos y eliminarse conforme indican las leyes estaduales y federales. La dirección de pesticidas o agencias de control medioambiental estaduales, al igual que las agencias de protección medioambiental regionales se encuentran preparadas para brindar asistencia mediante recursos e información sobre un adecuado almacenamiento y eliminación de productos químicos.
Evitar una mezcla incorrecta de pesticidas depende principalmente del profesionalismo del superintendente y del operador en asegurarse de que comprenden bien las características del producto que se está utilizando, el cuidado y el uso correctos de su equipo de aplicación y las medidas de precaución adecuadas. Al dedicar tiempo, desde un comienzo, para planear y prepararse en forma conveniente antes de aplicar un pesticida, los viveros de césped y sus equipos de colaboradores pueden obtener un mejor control de las malezas y a la vez maximizar el rendimiento de la inversión en términos de tiempo de aplicación y producto empleado.