Si tu bambú de la suerte está verde brillante, puedes decir que está sano.

Es una ironía: la planta de bambú que compraste para que te dé suerte, buena fortuna y los beneficios del feng shui parece que estuviera lista para dejar de trabajar. Por suerte es fácil diferenciar entre una planta moribunda y una a la que se puede salvar. Por ejemplo, los bambúes de la buena suerte son vulnerables cuando florecen, por lo tanto necesitan una diagnosis rápida. Por otro lado, si tu bambú se ha puesto amarillo, está condenado. Trata de no perder todo (literal y figurativamente) y salva el resto de verde que tenga y los tallos sanos.

Nivel de dificultad: Fácil

Instrucciones

1.  Fíjate en los problemas relacionados con la temperatura. Mantener un ambiente cálido, cómodo y consistente para tu planta es importante, así es que si hay alguna posibilidad de que tu planta esté sufriendo por la baja temperatura, por su exposición al aire acondicionado o cualquier otra causa ambiental que la debilite, trata de revertir estos temas usando los siguientes consejos: Cambia de lugar al bambú inmediatamente y ponlo en un lugar que tenga una temperatura de 65° Fahrenheit (18° Celsius) o más. Recorta las puntas de las hojas si parecen estar colgando para curar el trauma interno de la planta; en lugar de regarlo con agua de la canilla usa agua mineral y dale un poco de fertilizante.

2.  Examina el tema del agua de las plantas. Es fácil ahogar una planta o dejarla sin el agua necesaria si estás ocupada o no te han dicho que es lo que necesita tu bambú de la suerte. Cualquiera de las dos situaciones mencionadas pueden ser la causa de que tu planta se vea o actúe como si estuviera enferma. Préstale atención a tu planta por un par de semanas para ver si se cura sin que le des agua. Como regla, mantén a tu bambú de la suerte feliz usando la siguiente regla: Mantén el nivel del agua a 1 pulgada (2,5 cm) para una planta de entre 4 a 6 pulgadas (10 a 15 cm), 2 pulgadas (5 cm) para plantas de entre 8 a 14 pulgadas (20 a 30 cm) y de 3 a 5 pulgadas (7,5 a 12, 5 cm) si tu planta es más alta.

3.  Sácale la tierra. Los bambú de la suerte no necesitan tierra para crecer y prosperar. El tuyo puede ser que te esté rogando que lo liberes si te parece que está caído. Remueve a la planta de la tierra, ponla en un baño de agua mineral por varias horas para que se limpie, se hidrate y se re-aclimate a estar fuera de la suciedad. Si ves signos de bichos negros, marrones o blancos, moho o cualquier otra materia biológica luego de haber bañado al bambú, todavía la puedes salvar si los tallos están sanos y de color verde, Corta las raíces, las que están sanas son de color anaranjado, y coloca la planta en una maceta sin tierra, agregando agua en las cantidades mencionadas antes.

4.  Derrota a las pestes. Los principales culpables son los ácaros. Si encuentras ácaros en tu planta, para devolverle la salud, trata de ponerle un jabón para insectos o un rocío formulado específicamente para tratar plantas de la familia de los bambúes. Si estás insegura usando estos productos, no te preocupes. Busca una segunda opinión de un horticultor experimentado de alguna universidad, o ve a un vivero o club de jardinería para que te aconsejen. Salva a la planta y te ganarás el derecho a llamarte murmurador de bambúes.

Referencias