He conocido personas que son “Animal Comunicator”, es decir que hablan con los animales, como Olga Porqueras, que fué ponente en un congreso de Ciencia y Espiritu, aqui su conferencia.
Y el otro dia una amiga de Facebook puso un texto animando a no matar a esas hormigas que entran en tu casa sino convencerlas de que se vayan. Me llamó mucho la atencion y le pedí un artículo que hoy me ha enviado, aqui lo pongo:
Anti hormigas inofensivo, natural y sin coste
¿Sabías que puedes llegar a un acuerdo con las hormigas en tu casa?
Llega el verano y con él las hormigas, huelen algo comestible y ¡ya invaden tu casa a montones!
El año pasado, sumida en mis pensamientos sobre los recientes averiguaciones impresionantes de mundo animal, entré en el baño de la planta baja y flash! Lo encontré inundado de hormigas. Mi primer instinto me hizo pensar en comprar un insecticida químco, tal como nos han explicado en nuestro mundo civilizado.
Pero dado que estaba reflexionando sobre la sabiduría de mundo animal, surgió en mi interior el conflicto ético sobre la matanza de seres no deseados. No tenemos derecho a matar a diestra y siniestra a cualquier ser viviente que nos molesta, los seres humanos nos hemos inmiscuido en las vidas de casi todos las especies de esta tierra, desestabilizando todo el ecosistema que funciona de una manera maravillosa sin nuestras quehaceres.
¿Qué otra manera puede haber de sacarlos de mi baño a parte de envenenarlos (y de paso un poquito a mi misma)? En primer lugar, a cualquier persona que invade tu terreno, le invitas a abandonarlo, siempre y cuando su compañía no te agrada. Esta condición estaba cumplimentada, ni había invitado a las hormigas, ni querría permitir su permanencia en mi casa. Hablar con animales no se me daba nada mal con algunas especies como caballos, perros y gatos, entonces, ¿porque no hablar con las hormigas?
Educadamente y con determinación les pedí que abandonasen mi casa que es mi territorio y que se fueran al jardín, donde pueden encontrar comida en abundancia y por si acaso, les dejaría algunos manjares de vez en cuando. Recogí las migajas que se escapaba de mi conocimiento como habían llegado al baño, pero que se estaban llevando a no sé dónde y las tiré por la ventana. A cabo de unos veinte minutes aproximadamente volví al baño y ¡Bingo! Habían desaparecido. ¡Había funcionado!
Unos días más tarde me encontré otra vez unas cuantas en el mismo sitio, no averigüé entonces la causa de su venida, pero repetí el procedimiento sin tirar nada por la ventana. Y también desaparecieron en mi próxima visita al baño. Esta primavera con la llegada del calor, me rindieron otra vez el homenaje de su visita, y les hice hincapié de que no eran bienvenida en mi territorio, aunque en el jardín les iba a respetar el suyo. De vez en cuando me visitan algunas hormigas exploradoras y amablemente les repito lo que les comuniqué a sus compañeras, supongo que no son las mismas, de hecho, todas me parecen iguales, no las sé distinguir individualmente. Por eso tengo paciencia con ellas teniendo en cuenta que puede tratarse de otros individuos de la misma familia. Creo que son muy curiosas y quieren averiguar por su cuenta lo que sus amigos les habrán contado, y todos han sido muy respetuosas con mis peticiones.
Y así inventé el ahuyentador más inofensivo y más económico del mundo y te invito a usarlo también, para el bien de todos, ya está bien de envenenar a todo ser andante y volante. Tener en cuenta que las hormigas hacen una gran labor en el ecosistema, de las cerca de 12.000 tipos conocidos en la faz de la tierra, muchos son omnívoros y forman parte del equilibrio entre depredadores y depredados.
Háblales y pídeles de corazón, que busquen la comida fuera de tu casa, que dentro de ella es tu territorio. Identifica la comida que se están llevando (migas de pan p.ej.) recógela y llévala al sitio que crees idóneo y seguro para ellas, mientras les sigues hablando. Si vives en un piso, tal vez tendrás que llevar la comida hasta el próximo parque. Cerciórate de encontrar un lugar natural y seguro para las hormigas, donde no corren peligro de ser aplastadas o fumigadas por otros seres humanos.
Las hormigas te entenderán y son muy respetuosas. A cambio ellas esperan que tú también seas respetuoso con ellas.
¿Por qué funciona esto?
Porque cada especie tiene su sistema de comunicación, incluso las plantas comunican entre ellos y otras especies. Aparte de los gestos y sonidos particulares de cada especie, los animales utilizan el lenguaje universal, su intercambio se efectúa probablemente a través del Campo Punto Cero, que fue descrito por la periodista científica Lynne MacTaggert, de una manera fácil de comprender. Según ella, la existencia de este Campo sugiere que todas nuestras acciones y pensamientos se pueden sentir y oír en todas partes.
Bajo esta premisa, se puede entender El Campo Punto Cero como un gran almacén de información de acciones, sentimientos y pensamientos, que nos provee con infinidad de fenómenos y intercambio de mensajes, cuyos significados nos cuesta comprender. Nos aportan sensaciones para las que no tenemos ninguna explicación. A veces llamamos esto intuición.